Como miembro de la Coalición de Gran Ambición (HAC) por la Naturaleza y las Personas, Francia se ha comprometido a proteger el 30% de sus zonas marinas y el 30% de sus zonas terrestres de aquí a 2030. Para alcanzar su compromiso 30×30, el Gobierno lanzó una estrategia nacional de áreas protegidas en la Cumbre One Planet de enero de 2021. Por primera vez, disponemos de una estrategia unificada para Francia continental y los territorios de ultramar que integra las cuestiones terrestres y marinas.
La Estrategia Nacional de Áreas Protegidas 2030 tiene varios objetivos. En primer lugar, pretende desarrollar una red de áreas protegidas resistentes a los cambios globales. El fuerte impulso dado por la Estrategia nacional se ha traducido en un aumento significativo de la superficie del espacio protegido francés. Entre 2019 y 2020 se han creado 3 reservas nacionales, un parque nacional y 3 parques regionales; desde 2021 hay 7 reservas nacionales adicionales y 2 parques regionales más. El 33% del territorio ya está protegido y muchos otros proyectos siguen en marcha.
Sin embargo, la estrategia francesa no se limita a ampliar cuantitativamente la red de zonas protegidas. También pretende garantizar que sean representativas de la diversidad de los ecosistemas, estén bien gestionadas, interconectadas y cuenten con los recursos adecuados. Para cumplir nuestros compromisos, trabajamos para reforzar el nivel de protección, mejorar la gestión y desarrollar la interconexión de las zonas protegidas, centrándonos especialmente en algunos ecosistemas vulnerables: bosques, humedales y litoral.
Con estos objetivos, nuestra estrategia nacional consiste en crear una red sólida y sostenible de zonas protegidas que sean resistentes al cambio global, pero también gestionadas de forma eficaz y adecuada. Además, nuestra estrategia de protección pretende restablecer el equilibrio entre la conservación de la naturaleza y la actividad humana. Es, por tanto, una fuente de innovación, sobre todo a través de soluciones basadas en la naturaleza.
Detener el colapso de la biodiversidad marina y terrestre es un enorme reto colectivo. Por eso hemos identificado dos claves principales para el éxito:
- En primer lugar, estamos llevando a cabo esta estrategia a través y con los territorios siguiendo un proceso ascendente. La estrategia fija objetivos generales que luego, mediante planes de acción territoriales, se adaptan a los retos locales. Todos los territorios, tanto metropolitanos como de ultramar, ya sean regiones, fachadas marítimas o cuencas ultramarinas, tienen así la oportunidad de desplegar esta estrategia en función de sus características y retos específicos.
- Por ello, nuestra estrategia se apoya en una multitud de agentes (asociaciones, autoridades locales, instituciones públicas...). Se movilizan para dirigir, apoyar y supervisar adecuadamente la aplicación de la estrategia. Su aplicación se ve así facilitada por reuniones periódicas entre ellos, una plataforma común, herramientas técnicas y un fuerte apoyo de la Oficina Francesa de Biodiversidad (OFB). Este modo de funcionamiento también permite hacer frente a los principales retos detectados: encontrar el equilibrio entre la necesidad de seguimiento y el riesgo de una carga administrativa excesiva.
Ejemplo - Parc Marin de la Côte Bleue
El Parc Marin de la Côte Bleue, situado en la costa mediterránea entre Marsella y Fos-sur-Mer, es una zona protegida desde 1983. Una gran parte del Parque, tanto marina como terrestre, está ahora clasificada como zona Natura 2000 en virtud de la Directiva de Hábitats de la UE (92/43/CEE) e incluye fuertes zonas de protección. Este Parque es un verdadero éxito. Demuestra que es posible conciliar la protección del medio ambiente y la economía gracias a la participación activa de todas las partes interesadas.
Desde su creación, los pescadores han participado especialmente en la gestión y el seguimiento para garantizar una actividad pesquera artesanal y sostenible. Esta cogestión, con la creación de zonas de veda, ha permitido aumentar el tamaño y la densidad de los peces y la riqueza de especies, con el regreso de algunas de ellas. Concomitantemente, los rendimientos de la pesca se han multiplicado por siete desde la creación de la reserva. El Parque también lleva a cabo estudios científicos y trabajos de exploración y propone diversas actividades para concienciar a la población de la necesidad de proteger el medio ambiente. Estos resultados muestran cómo, gracias a una buena gobernanza, las zonas marinas protegidas pueden garantizar la protección de la biodiversidad al tiempo que benefician a las comunidades locales y a la economía.
La aplicación de estas medidas de protección requiere un largo proceso de diálogo y sensibilización de las partes interesadas. Convencer a todos los agentes del litoral para que apoyen la creación y el desarrollo de estas zonas es todo un reto, pero ahí está la clave del éxito. Así, el Parc Marin de la Côte Bleue ilustra perfectamente que las actividades económicas y la restauración pueden ser compatibles y beneficiar a toda la comunidad.
